viernes, 26 de octubre de 2018

Centro de estudios tecnológicos industrial y de servicios núm. 77
Maestra: Olga Maritza Duran González
Materia: Lógica
Alumnas: Zayra Dariana Flores Ledezma
Dafne Joselin Macias Sarabia
Cassandra Guadalupe Arredondo Terrones
Dulce María Muñoz Galván
Ana Karen Gutiérrez Espinoza
Tema: Huella ecológica 
Subtema: -¿qué es la huella ecológica?
-¿cómo se mide la huella ecológica?
 - importancia de la huella ecológica
-huella ecológica en México
-huella ecológica mundial

Grado:   1              Grupo:     K


Especialidad: Administración de Recursos Humanos


¿Qué es la Huella Ecológica?

La huella ecológica mide cuánta tierra y agua utilizamos para producir todos los recursos que consumimos y para absorber los desechos que generamos, utilizando una unidad de medida que relaciona cantidades de superficie de suelo (hectáreas) con población (país, pueblo, familia). El resultado se expresa en hectáreas de suelo necesarias para toda la población o para cada individuo.
Los factores que se tienen en cuenta en el cálculo son:
Como calcular la huella ecológica
1. el crecimiento de la población
2. la pérdida de suelo fértil
3. la deforestación
4. el agotamiento de los recursos
5. el aumento del consumo.
Cómo se mide
1º. A la hora de realizar el cálculo, primero se delimita la dimensión del estudio: se decide si se quiere estudiar la huella ecológica de una persona o de una familia, una ciudad, un país.
2º. Después se calcula cuánto consume de energía, alimentos, materias primas y suelo esa unidad de población elegida. Lo más difícil es saber la superficie de terreno necesaria para producir el resultado del paso anterior. Para ello se utilizan unas tablas estandarizadas.
3º. Y por último, se suman todas las superficies, y el resultado se divide por el número de habitantes o la unidad seleccionada.
Cuando se analiza la huella ecológica de un país se puede ver que los habitantes de ciertos países disponen de más hectáreas de suelo para mantener su nivel de vida que aquéllas que le corresponde dada la dimensión de su territorio. Esas hectáreas de más vienen de los países cuya huella ecológica es menor a la media y de las producciones futuras de la tierra; esto se traduce en que hay poblaciones que se están apropiando de superficies fuera de su territorio o que están haciendo uso de recursos de generaciones futuras.
La realidad del planeta nos muestra que, en su conjunto, la huella ecológica de toda la población mundial sobrepasa en un 30% la capacidad de carga del planeta. Esto nos advierte del ritmo al que estamos agotando los recursos de nuestro planeta y la distribución espacial de este consumo.
Como ciudadanos del mundo nos interesa disminuir todo lo que podamos nuestra huella ecológica y para ello será necesario que se sigan desarrollando y potenciando hábitos de vida más sostenibles como el ahorro de energía y agua, adecuada gestión de los residuos...
Fuentes: Elaboración propia / munimadrid.es / flickr.com



¿Cómo se mide la huella ecológica?

Se trata de uno de los indicadores más importantes en cuanto a biodiversidad, ya que permite evaluar el impacto producido sobre el medio ambiente de una actividad humana particular y compararlo con la capacidad biológica del planeta, para de esta forma saber si esta actividad es o no sostenible. De esta manera, pueden analizarse la conveniencia o no de muchos procesos productivos para el equilibrio ecológico.
En términos científicos, la huella ecológica incluye el área de territorio ecológicamente productivo, por ejemplo en cuanto a cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos, que resulta necesaria para producir los recursos buscados y para asimilar los residuos que una población determinada crea a lo largo del tiempo.
El propósito central es determinar si esta zona en cuestión puede soportar ecológicamente ese proceso productivo y los desechos relacionados a través de los años, sin degradar el medio ambiente. La gran ventaja que supone la huella ecológica es que en algunos casos permite obtener indicadores concretos y efectuar comparaciones, dos factores esenciales para determinar el impacto de una actividad sobre la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
Se trata de un concepto complejo que, en muchas ocasiones, impide obtener datos precisos. Sin embargo, existen diversos métodos de estimación mediante el análisis de los recursos que se consumen y de los residuos producidos, tanto con respecto a una actividad como a un grupo humano o a un único individuo.
¿Qué mide exactamente la huella ecológica?
Los resultados que se obtienen en un análisis de huella ecológica están basados en la observación de diferentes puntos, como por ejemplo la cantidad de hectáreas utilizadas en una urbanización, la generación de infraestructuras y centros de trabajo, la superficie que se requiere para una producción ganadera o agrícola, la forma en la que se tratan los residuos y otras cuestiones.
Incluye además la cuestión energética, sin duda una de las temáticas más importantes para determinar el impacto ambiental de una actividad humana. Por ejemplo, se determinan las hectáreas de bosque necesarias para asumir el CO2 que provoca el consumo energético de la actividad anali
zada.
Por supuesto, además de la eficiencia energética lograda, se tiene en cuenta el tipo de energía empleada, por lo tanto si se usan energías renovables en un proyecto determinado, la huella ecológica disminuirá notablemente. La realidad marca que de acuerdo a la biocapacidad del planeta por cada habitante, actualmente se consumen más recursos y se generan más residuos que los indicados, por lo tanto resulta urgente la disminución de la huella ecológica que producen las distintas actividades humanas.


Importancia de la huella ecológica 


La huella ecológica es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.
Por lo tanto, la huella ecológica es un indicador de sostenibilidad que mide el impacto que tiene nuestra vida sobre el entorno. De hecho, numerosas páginas calculan esa huella. A lo largo de este artículo te las iremos mostrando para que tú también puedas realizar ese cálculo e ir tomando decisiones.
Antes, los parámetros macroeconómicos se medían a través del PIB, el Producto Interior Bruto. Pero todo esto está cambiando porque se introducen otros métodos para medir “la riqueza” de un país. Es muy famoso el FNB, que es la Felicidad Nacional Bruta, un concepto que sacó a la luz Bután, un pequeño país a los pies del Himalaya, entre la India y China –las dos naciones más pobladas del mundo- y que ya habíamos sacado en este blog hablando de que, entre los más de doscientos países que configuran el mundo, solo BUTÁN es neutral en emisiones de dióxido de carbono.
La huella ecológica es un indicador de sostenibilidad que mide el impacto que tiene nuestra vida sobre el entorno
Como vemos, cada vez más el mundo está tomando más conciencia sobre la sostenibilidad del medio ambiente y muchas veces, los individuaos, a título personal, no tenemos la suficiente información como para hacer más cosas y profundizar en los procesos que nos pueden llevar a aumentar esa sostenibilidad,
Puede que no nos demos cuenta, pero en nuestra vida estamos haciendo cosas, o comprando productos y servicios que afectan a nuestra naturaleza. Si lo vemos más detenidamente, nos daremos cuenta de que el consumo define de una manera muy importante en qué tipo de ambiente social nos movemos.
Nuestros actos de compra no se deben reducir únicamente a satisfacer una necesidad, sino que debe regirse por una serie de puntos como son unos criterios medioambientales, sociales y económicos. Es cierto que, muchas veces nos resulta adquirir un producto que contenga todos esos puntos positivos, pero si, por lo menos, podremos apuntarnos a los que sean menos negativos.
- Es importante conocer las empresas que hay detrás de cada producto o servicio para ver su implicación en el respeto al medio ambiente o los derechos humanos.
- Educarnos y educar en el consumo ético, responsable y solidario.
- Decidirnos por un tipo de consumo: consumo justo, el que establece una relación comercial y justa entre los productores y consumidores.
Como se ve, apuntan a una implicación social para modificar aquellos hábitos que no respeten la sostenibilidad. Como el impacto ambiental, calcular huella ecológica para saber en qué situación estamos y qué debemos mejorar, cambiar o anular.
FUENTE:https://ww2.mmtseguros.es/blog/que-podemos-hacer-por-el-medio-ambiente/la-huella-ecologica-y-su-importancia
El concepto de huella ecológica es relativamente moderno. Su lugar de nacimiento fue la Universidad de Columbia donde Mathis Wackernagel y William Rees empezaron a hablar de la huella ecológico como una herramienta que permite saber los recursos que utilizamos y lo que, en realidad, deberíamos utilizar. En este video vemos a Mathis Wackernagel hablar de la huella ecológica, y en este otro video vemos una animación muy didáctica sobre este mismo tema. "Es recomendable ver ambos, aunque avisamos que están en inglés".
Una ciudad como Bilbao necesitaría cien veces su territorio para equilibrar el impacto de su huella ecológica
Otra gente matiza más todavía la definición de huella ecológica y, por ejemplo, en www.ecologia.com la define como el total de superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano medio de una determinada comunidad humana, así como la necesaria para absorber los residuos que genera, independientemente de la localización de estas superficies.
En esta página exponen, además, la filosofía para el cálculo de la huella ecológica que son tremendamente interesantes por cómo desmenuzan todos los parámetros que tienen incidencia en el posterior cálculo de la huella ecológica. Además, incorporan otro concepto: el de la biocapacidad de un territorio, que se define como la superficie biológicamente productiva (cultivos, pastos, mar productivo o bosque) disponible. La diferencia entre la huella ecológica (demanda de recursos) y la biocapacidad (recursos disponibles) se define como déficit ecológico.
La página es realmente interesante y vale la pena echarle un ojo para tener un conocimiento más amplio de este tema.
Consumiendo agua de manera responsable, se pueden ahorrar 3.000 litros al año por persona


Huella ecológica en México

Tenemos la mala costumbre de creer que México es un país rico y diverso en recursos naturales; tanto como si fuera un súper país con todo lo que se necesita para ser una potencia mundial.Lo cierto es que poco sabemos de la explotación industrializada o del impacto que tenemos en la naturaleza personalmente.
La idea de que tenemos un súper país es antigua, al parecer es un sentimiento que heredamos de otras décadas y que no se ha actualizado.
Según el reporte del Global Footprint Network, en 1961 México utilizaba un tercio de su biocapacidad, pero con el crecimiento de la población y la economía, para el año 2001 ya consumíamos 1
.5 veces nuestra biocapacidad, es decir, una mitad más de lo que en realidad tenemos. Esto es posible porque se importan recursos, pero también porque gastamos lo que tenemos.

La biocapacidad o huella ecológica, mide qué tanta área de tierra y agua requiere una población para producir los recursos que consume y para absorber sus desechos, tomando en cuenta la tecnología existente.Se calcula que la biocapacidad mundial existente es de 1.7 hectáreas por habitante, es decir, si repartiera el terreno productivo tocaría de a 1.7 hectáreas por persona. De la misma forma se estima que la huella ecológica mundial promedio es de 2.8 hectáreas por habitante, lo que significa que se necesitarían dos planetas como la Tierra para satisfacer el ritmo actual de consumo y generación de residuos.


Huella ecológica mundial

Conocidos, huella ecológica mundial, la presión ejercida por la humanidad en la naturaleza. Este concepto fue creado en la década de 1990 por MM.
Mathis Wackernagel y William Rees, dos investigadores de la Universidad de British Columbia en Vancouver. Se evalúa la superficie productiva necesaria para una población para satisfacer su consumo de recursos y necesidades para absorber los residuos.
Esta petición excede de 2007, los límites de la capacidad regenerativa de los ecosistemas.
La demanda mundial es actualmente 14,1 mil millones de hectáreas, o 2,23 hectáreas globales por persona, mientras que sólo hay 1,8 hectáreas globales de las superficies de tierra y mar biológicamente productiva disponible por persona.
La economía humana es en exceso ecológico. La huella ecológica global de la humanidad se ha incrementado en un 50% entre 1970 y 1997, un incremento de alrededor del 1,5% al año. La creciente proliferación de la especie humana en el planeta puede causar un colapso ambiental real, porque la humanidad es el uso de agua más rápido de lo que se recarga en el suelo.
Cortó los bosques más rápido de lo que puede regenerarse, emite CO2 a la atmósfera más rápidamente de lo que puede absorber.
Dada la demanda, es probable que para el año 2050, la humanidad consume el doble de lo que el planeta puede producir en los recursos naturales.La demanda mundial de petróleo probablemente seguirá aumentando en los próximos treinta años.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), este crecimiento podría ser del 60%, una previsión que permanece envuelta en la incertidumbre, ya que es difícil evaluar la evolución de las poblaciones, las economías, estilos de vida, la tecnología o las revoluciones industriales.
Todos los analistas coinciden en el hecho de que el crecimiento del consumo será en gran parte impulsado por los países emergentes con mayor población, como China y la India, un crecimiento económico boyante.

La aplicación de estos países aumentará tres veces más rápido que el área de la OCDE a casi la mitad de la demanda total de petróleo en 2030 (frente al 13% en 1970). El planeta es poco probable que toda la energía que queremos. Una revolución se llevará a cabo en nuestro consumo de forma bulímica.Según el informe de WWF (World Wildlife Fund), la mayor necesidad para la humanidad en los recursos naturales es tal que se llevará a tierra adicionales antes de 2040. El informe también da una idea de lo que se llama la huella ecológica, que mide los recursos naturales de las necesidades de un individuo o una población, por supuesto, de alimentos, sino para todo lo demás (diferentes materiales, la ocupación tierra para vivienda y del balance de carbono del transporte...). Se expresa en hectáreas globales, dando a la superficie del mar y la Tierra necesaria para cubrir esas necesidades y para reciclar productos de desecho. Según las cifras del informe, la necesidad supera la capacidad del planeta desde la década de 1980. En 2005, la Huella Ecológica de la humanidad fue de 17,5 millones de hectáreas globales. Sin embargo, la capacidad de producción del planeta expresa con la misma unidad, alcanzó sólo 13,6 millones de dólares. Esta diferencia de 29%, se corresponde con el agotamiento de los recursos. A este ritmo, dice el informe, la b
recha alcanzará el 100% durante la década de 2030. ¿Qué está diciendo en esta organización que tendrá entonces dos Tierras de nuestros estilos de vida actuales se mantienen. Pero no hay dos Tierras para nosotros, por lo que es el hombre, se limita a los recursos renovables.

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